Los gatos que mantienen una rutina sedentaria son más propensos a desarrollar problemas de peso. En primer lugar, esto se debe a un desequilibrio entre sus actividades físicas y su consumo de energía: un gato de 4 kg al aire libre requiere aproximadamente 300 kcal por día, mientras que uno de interior necesita ingerir sólo 200 kcal diarias.

Por otro lado, después de la castración se produce un cambio en el equilibrio hormonal: su ingesta diaria de alimentos aumenta en un 20% y a su vez disminuye el gasto de energía en un 30%, lo que incrementa aún más el riesgo de sobrepeso. Aunque los efectos no se observen a corto plazo, las complicaciones futuras en su salud incluyen problemas articulares, mayor riesgo de diabetes, problemas urinarios y dermatológicos.

Por estas razones, si tenemos un gato de interior que pasa mucho tiempo solo en el hogar, podemos implementar algunas estrategias para que permanezca estimulado y activo durante el día:   

1. Enriquecimiento ambiental: Los mejores centros de actividad para gatos son los que tienen distintos niveles y opciones para trepar o rascar. También podemos colocar estantes en las paredes y destinar siempre un lugar para que observen el mundo exterior a través de la ventana.

2. Juguetes: Es muy importante jugar todos los días con nuestra mascota. Para captar su atención, los juguetes más efectivos son los que hacen movimientos rápidos e impredecibles, los que emiten sonidos de tono alto y los que tienen el tamaño o la apariencia de una presa.

3. Actividad a la hora de las comidas: Podemos comprar o construir juguetes huecos (con cajas de cartón o rollos de papel higiénico) para esconder algunas croquetas. De este modo, el gato se acostumbrará a jugar o realizar una actividad física antes de obtener su alimento.