Si le prestas atención a sus gestos y movimientos, puedes descifrar una gran cantidad de señales que utilizan los gatos para comunicarse contigo.

La postura del cuerpo, la posición de la cola, las expresiones de la cara e incluso el ángulo de la cabeza configuran el lenguaje corporal del gato. Pero es necesario prestar atención al contexto porque los mensajes pueden variar su significado. En el juego, por ejemplo, muchas posturas y gestos son similares a las de la agresión o la caza.

Los mensajes también cambian según la combinación de expresiones. No es lo mismo una cola elevada como acercamiento y saludo que una cola levantada pero con el pelo erizado en señal de amenaza.

En cuanto a su lenguaje gestual, los signos más distintivos están en sus ojos y en la posición de las orejas, con las que indican distintas actitudes y emociones:

(1) Neutral: orejas hacia adelante y ojos redondos.

(2) Irritado/Alterado: orejas elevadas hacia atrás, pupilas cerradas y bigotes hacia adelante. Este gesto es una advertencia ante una posible agresión.

(3) Asustado o en posición de defensa: orejas hacia abajo, pupilas dilatadas y bigotes retraídos.

(4) Relajado: orejas hacia adelante y ojos entrecerrados.

Por otro lado, los gatos combinan estos gestos con una gran variedad de sonidos para comunicarse con nosotros como los maullidos, gruñidos y ronroneos.

Cada felino suele emplear estos recursos a su manera, así que depende de ti aprender a reconocerlos para atender mejor a sus necesidades y fortalecer el vínculo con ellos.